¿Qué son las pruebas de penetración dirigidas por amenazas?
Las pruebas de penetración dirigidas por amenazas son un enfoque proactivo para identificar y mitigar las vulnerabilidades de ciberseguridad en la red y los sistemas de una organización. A diferencia de las pruebas de penetración tradicionales, que se centran en identificar vulnerabilidades basadas en puntos débiles conocidos y vectores de ataque comunes, las pruebas de penetración guiadas por amenazas simulan ciberamenazas y ataques del mundo real para descubrir posibles brechas de seguridad que pueden pasar desapercibidas con los métodos de prueba convencionales.
Adoptando un enfoque dirigido por las amenazas, las organizaciones pueden conocer mejor su postura de seguridad y su resistencia frente a las ciberamenazas avanzadas. Esta metodología implica el uso de inteligencia sobre amenazas, emulación de adversarios y pruebas basadas en escenarios para simular las tácticas, técnicas y procedimientos (TTP) utilizados por los actores de amenazas sofisticadas.
Las pruebas de penetración dirigidas por amenazas van más allá del alcance de las evaluaciones tradicionales de vulnerabilidad, al incorporar los siguientes elementos clave:
1. Inteligencia sobre amenazas: Las pruebas de penetración dirigidas por amenazas aprovechan las fuentes de información y datos de inteligencia sobre amenazas para identificar las ciberamenazas emergentes, las vulnerabilidades y las tendencias de ataque. Analizando la inteligencia sobre amenazas, las organizaciones pueden priorizar sus esfuerzos de seguridad y centrarse en mitigar los riesgos más relevantes para su sector y entorno empresarial.
2. Emulación de adversarios: En las pruebas de penetración dirigidas por amenazas, los profesionales de la seguridad emulan el comportamiento de los actores de amenazas del mundo real para evaluar las defensas y la capacidad de respuesta de una organización. Imitando los TTP de adversarios avanzados, como actores de un estado-nación o grupos de ciberdelincuentes, las organizaciones pueden identificar posibles puntos débiles en sus controles de seguridad y procedimientos de respuesta a incidentes.
3. Pruebas basadas en escenarios: Las pruebas de penetración basadas en amenazas implican la creación de escenarios de ataque realistas que simulan ciberataques selectivos contra los activos de una organización. Mediante la realización de pruebas basadas en escenarios, las organizaciones pueden evaluar su capacidad para detectar, responder y recuperarse de ciberamenazas sofisticadas en un entorno controlado.
4. Operaciones de equipo rojo: Las pruebas de penetración dirigidas por amenazas a menudo implican el uso de operaciones de equipo rojo, en las que un equipo de profesionales de seguridad cualificados actúa como un adversario simulado para poner a prueba las defensas de una organización. Los ejercicios de equipo rojo pueden ayudar a las organizaciones a identificar puntos ciegos en su postura de seguridad y validar la eficacia de sus controles de seguridad y procedimientos de respuesta a incidentes.
5. Supervisión continua: Las pruebas de penetración dirigidas por amenazas son un proceso continuo que requiere una supervisión y evaluación continuas de la postura de seguridad de una organización. Mediante la realización periódica de pruebas de penetración y ejercicios de equipo rojo, las organizaciones pueden adelantarse a la evolución de las ciberamenazas y asegurarse de que sus defensas son eficaces contra las últimas técnicas de ataque.
En general, las pruebas de penetración dirigidas por amenazas son un enfoque proactivo y estratégico de la ciberseguridad que ayuda a las organizaciones a identificar y abordar las vulnerabilidades de seguridad antes de que puedan ser explotadas por agentes maliciosos. Aprovechando la inteligencia sobre amenazas, la emulación de adversarios y las pruebas basadas en escenarios, las organizaciones pueden mejorar su postura de seguridad y su resistencia frente a las ciberamenazas avanzadas.