Los costes de las pruebas de penetración pueden variar mucho en función de la complejidad de la prueba, el alcance del proyecto, la experiencia de los probadores y los requisitos específicos de la organización. Por término medio, el coste de una prueba de penetración puede oscilar entre unos pocos miles de dólares y decenas de miles de dólares. Las organizaciones pequeñas con necesidades básicas de pruebas pueden encontrar servicios de pruebas de penetración por tan sólo entre 2.000 y 5.000 dólares, mientras que las organizaciones más grandes con requisitos más complejos pueden esperar pagar 10.000 dólares o más por una prueba exhaustiva.
Entre los factores que pueden influir en el coste de las pruebas de penetración están el tamaño y la complejidad de la red que se va a probar, el número de sistemas y aplicaciones implicados, el nivel de experiencia requerido de los probadores, la profundidad de las pruebas (caja negra, caja blanca o caja gris), la frecuencia de las pruebas (únicas, anuales o continuas), los requisitos de informes y documentación, y el nivel de personalización y consulta necesario.
Es importante señalar que, aunque el coste es un factor importante a tener en cuenta al elegir un servicio de pruebas de penetración, no debe ser el único factor. La calidad de las pruebas y la experiencia de los probadores son consideraciones igualmente importantes. Una prueba de penetración barata que pase por alto vulnerabilidades críticas o proporcione resultados inexactos puede acabar costando a una organización mucho más a largo plazo que una prueba más cara y de alta calidad.
Al presupuestar las pruebas de penetración, las organizaciones también deben tener en cuenta el ahorro potencial de costes que puede suponer identificar y abordar las vulnerabilidades antes de que sean explotadas por agentes maliciosos. Un ciberataque exitoso puede provocar pérdidas financieras significativas, daños a la reputación, responsabilidades legales y multas reglamentarias. Invertir en pruebas de penetración periódicas puede ayudar a las organizaciones a identificar y mitigar los riesgos de seguridad de forma proactiva, reduciendo la probabilidad de éxito de un ataque y minimizando el impacto potencial en la organización.
Además de los costes directos de las pruebas de penetración, las organizaciones también deben tener en cuenta los costes indirectos asociados a los incidentes de seguridad. Estos pueden incluir tiempo de inactividad, pérdida de productividad, costes de reparación, honorarios legales, multas reglamentarias y daños a la reputación. Invirtiendo en pruebas de penetración, las organizaciones pueden reducir la probabilidad de que se produzcan estos incidentes y minimizar el impacto potencial en el negocio.
En general, el coste de las pruebas de penetración está influido por diversos factores, y las organizaciones deben considerar detenidamente sus necesidades y requisitos específicos a la hora de presupuestar estos servicios. Aunque el coste es una consideración importante, no debe ser el único factor que impulse el proceso de toma de decisiones. A la hora de elegir un servicio de pruebas de intrusión, también deben tenerse en cuenta la calidad, la experiencia y el posible ahorro de costes derivado de identificar y abordar las vulnerabilidades.